miércoles, 25 de agosto de 2010

Duerme, no llores


¿Podría empezar a odiarte ahora?

¿Por qué me tienes que hacer sentir tan impotente? Te tengo miedo, no puedo remediarlo… me asustas.

Te necesito pero… ¿hasta cuándo durará todo esto? Quiero acercarme a ti, hablarte, volver a sonreír, a reír… No puedo.

¿Por qué? No quiero que me vuelvas a hablar como la última vez, tengo miedo. Prefiero quedarme neutra… pero eso no es lo que quiero realmente, te quiero a ti.

Tengo miedo de que esto vaya a más, que la frase “paso de ti” pase a un convertirse en un adiós.

Cada cambio de nombre… hace que me sienta un kilómetro más alejada de lo que estaba. ¡No quiero eso joder! ¿Por qué no puedo hablarte? ¿Te has olvidado tan pronto de mí? ¿Esperas que te hable, cierto…? ¿Cómo lo hago… si puede que me arriesgue a que me hables como la última vez…?

Estaba rara… no, no lo estaba. Hoy si. Tengo miedo, demasiado miedo. Echo otro vistazo… sigues divirtiéndote. No quiero molestar, puede que en el momento que diga un “Hola” toda tu alegría e ilusión desaparezcan como si fuera algo molesto o que no se quiere saber nada de él, pero demasiado inocente como para comprender alguna que otra indirecta.

¿Lo de ayer era una indirecta? Nunca lo había pensando hasta ahora… No, no puede serlo… o soy tan idiota como para creer lo contrario… Bueno, ayer… ayer hice lo que escuchaba una y otra vez… Duerme, no llores.

¡Me duele joder, me duele! ¡¿Puedes parar de una vez?! Me ahogo en mi propio río de lágrimas de impotencia…

La respuesta es no.

2 comentarios:

  1. una entrada un poco dolorosa :(

    te quieroo guapa! sigue escribiendo iguaal de bieen jajaj xP

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  2. uuy meni, no seas tan deprimente, viste? todo se arreglo ^^ eres genial escribiendo mami ^^
    Tek demaciadoo! :DD

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