domingo, 24 de julio de 2011

Intentos de sinceridad

¿Por qué estas así? Intento comprenderte todos los días… pero a cada día que pasa me doy más por vencida, porque no quiero que tú te derrumbes, al menos no todavía, porque siempre intentaré estar a tu lado.

¿Puedes escucharme al menos? Creo que no te das cuentas de que todas noches me acoge la misma sensación de preocupación y en todos mis sueños apareces tú, enfadado conmigo, contigo, con el mundo entero. Gritándome, con una expresión en la cara que espero no ver nunca en la vida real. Y siempre siento miedo, no por mí, sino por ti, porque te miro a los ojos y no te reconozco y eso, me aterra.

Pero cuando me despierto, soy consciente de todas mis acciones y eso hace que me dé cuenta que soy una egoísta. Sí, soy una egoísta porque siempre quiero meterme donde no me llaman y ayudarte aunque no quieras. Y por culpa de esa sensación extraña, a pesar de que quiero acercarme para disculparme, no hago más que alejarme por miedo. Miedo de haberte herido o haber dicho algo que te molestase.

Ahora, mi única forma de hablar es esta, sé que soy una cobarde, pero, ¿qué esperabas de esta niña tonta? Por otra parte, no me importa el número de veces que me preocupe por ti, porque me parece una buena forma de pagarte la de veces que tú ya me has ayudado en el pasado a pesar de mi negativa. De forma, que yo seguiré, aunque sea, mirando a través del gran muro que nos separa, a la espera del día que se rompa.



Every breath you take – The Police

domingo, 3 de julio de 2011

Reviviendo

Te quedas quieta, pensando qué era de ti en el pasado. Todo ha cambiado mucho, como un temblor que fue creciendo hasta llegar a apoderarse completamente de todo tu cuerpo… y mente.

Piensas. Antes te gustaba tu vida, al menos una parte. Era diferente. Solitaria, inmersa en palabras ajenas, viendo el mundo a través de tu ventana. Te pasabas las horas muertas sentada en los sillones, leyendo historias que nunca serían tuyas, escuchando música que te hacía soñar y escribías todos los días historias que parecían venidas del lugar más profundo de tu mente.

¿Qué ha quedado de esa chica de aquellos días? Ahora te comportas como una chica normal, convirtiendo las calles en los pasillos de tu casa. Rodeada de gente, pero sin sentir nada por nadie realmente. Intentando aferrarte a algún pequeño cambio, pero que nunca aparece. En realidad todo está más oscuro ahora, ya no quedan restos de esa niña que le gustaba soñar despierta y sentía la música todo el día, no se conformaba con escucharla.

Pero, en parte lo agradeces. Aún te quedan días que quieres que la soledad sea tu única aliada, para poder darte un día de calma, porque sabes que en el fondo lo que más te seguirá tranquilizando es quedarte en tu cuarto a oscuras, con una hoja en blanco en una mano y una pluma en la otra mientras duermes. Porque al final, lo que más te gusta de días como esos, es que sabes que a la entrada del atardecer, te esperaran tus amigos mientras te despides de la calma.


Confortably Numb – Pink Floyd