viernes, 17 de diciembre de 2010

Cállate


No sabrás que saldrá de esto, por eso mismo has esperado tanto tiempo para sentarte a escribir y llegar a la conclusión más obvia que vendrá de todo esto.

¿Cuántos días han pasado? No lo sabes con exactitud, parecen muy lejanos de ahora, has cambiado tanto… ¿Hace cuánto que no tintabas tus ojos de negro? Puede que esta sea la primera o la última vez de muchas. ¿Por qué ahora simplemente no quieres saber nada de NADIE y sólo quieres tumbarte en tu nube de agujas para escuchar canciones que hablen de odio y rebeldía? Quieres dejar atrás a todas esas cursiladas de amores y verdadera amistad, sabes que no existen. Ahora quieres estar tu sola, con tu música, correr, gritar, cantar, llorar…

Tantas noticias nuevas que ahora son una pesadilla en tu mente, que haces creer a todos que te encantan tales ideas, aunque por dentro te gustaría pisotearlas, hacer de ellas cenizas y luego tirarlas para que se pierdan. Pero no, callas y callas y callas.

Te gustaría estar muerta, ya que últimamente en tu vida NADA va bien. Te gustaría tirar tus notas por la ventana, y los amigos dejarlos tirados porque ya no quieres saber nada de nadie, solo de esas pocas personas, que hacen que pierdas la cabeza, que son las causantes de tu estilo, aquellas que han hecho saltarte las normas, salir de clase así sin más, sentir la adrenalina corriendo por tus venas mientras corrías para que no te pillaran. Eso es lo único que quieres, así que esta vez no te dejarás guiar o que alguien te diga lo que tienes que hacer, esta vez, simplemente dices, cállate ;)
Shut up - Simple Plan

lunes, 13 de diciembre de 2010

Para ti...

¿Cómo te lo digo? No me atrevo ni a comentarlo siquiera... Solamente fui capaz de decirte que lo sentía, aunque sabía que era demasiado tarde... una parte de mi sabía qe de nada serviviría... pero aun asi... lo intente. Con la esperanza y la culpabilidad fui capaz de decirte la verdad... pero ni aún así mejore nada... Y ahora... simplemente se que estaré llorando toda la noche por lo que hice en el pasado... fui una completa stupida.. lo se... :(
Asi qe... por muy tonto qe te parezca sto qe stas haciendo ahora mismo... solo qieres decirle qe... realmente te qiero... y tampoco te qiero perder.... y ni siqiera aceptar ese adios pra siempre...

sábado, 4 de diciembre de 2010

¿Puede matar la felicidad por otros?

Nueva carta, tal vez antigua por los sentimientos ambiguos o tal vez llena de palabras que son calladas. Siempre, siempre, siempre… te has sentido así, de esta forma en la que te encuentras vacía por ver la de historias que continuamente ocurren sin tu formar parte de ellas. Pero… ¿entonces por qué no te alegras por tú también tener una historia propia? Tal vez porque es demasiado continua, o bien porque nunca te gustó tu vida. Supones entonces… que puede que tu sentencia sea solo reprimirte a observar, viendo como todos crean perfectas historias que parecen que solo pueden suceder en los libros y las películas, pero que sencillamente te das cuenta que también suceden en la realidad.

Y eso, desgraciadamente para ti y lleno de alegría en la de otros, es lo que te causa ese estado de malestar. Viendo como todo y todos van avanzando mientras lo tuyo es… simplemente nada, un vacío el cual ya no sabe a dónde pertenece. En estos momentos, quieres escapar del mundo, huir, gritar y llorar al mismo tiempo. Quieres acabar con todo de una vez, porque sabes que cuanto más veas o escuches, peor será el sufrimiento, que hace la herida más y más honda, y te ahoga como si fueras un simple barquito de papel flotando en un océano en plena tormenta.

Ruegas por favor que acabe, porque aunque sientes felicidad por esa persona, eso te está matando. ¿Puede matar la felicidad por otros? Te estás dando cuenta en este mismo instante de la afirmación a esa pregunta….

viernes, 26 de noviembre de 2010

Llamas

Ni siquiera sé cómo empezar esto… o acabar. Supongo, que finalmente tomaré el masoquismo como atributo para mí. Y además, me tendrían que encarcelar por todo lo que estoy haciendo y mintiendo.

Todo esto es para ti como una de las peores peleas mentales que has tenido nunca. ¿Cómo explicas al mundo lo que te ocurre? ¿Cómo dices que te odias y que quieres huir de los espejos por temor a querer dañar a la imagen que se refleja? Te gustaría poder cubrirte de gasolina y echar a arder, consumirte por esas llamas que hablan del mismo odio que te consume poco a poco por dentro.

Y quieres hacerte oír, pero no sabes cómo. Tu imagen, la oscuridad que siempre llevas, quieres que hable por ti diciéndole al mundo como te sientes, pero ves que de nada sirve. ¿Y si dejas ver las cicatrices de sangre derramada al mundo? No, no quieres volver a quedar como la niña mimada que hace todo eso para llamar la atención. Con eso, te tragas de nuevo los sentimientos y vuelves a esconderte tras la máscara.

Sientes una navaja clavada que no hay forma de quitar y que a cada día que pasa, hace la herida más sombría, crees que un día hará que no puedas siquiera respirar y eso, te encanta. Es como si te estuvieras arrastrando por una marea dolorosamente maravillosa, que hace que cada día que pase quieras seguir durmiendo sin llegar a despertar nunca. Es tan enfermizo e hipnótico…

Ahora, estas decayendo, tirando veneno con tus palabras que te desgarran el pecho y lo hacen caer al suelo, hecho pedazos. Y piensas, que la próxima vez, no habrá próxima vez… Sé que solo soy una estúpida mentirosa que sólo lo quiere de vuelta… Así que solo voy a quedarme aquí tirada, como un juguete viejo y roto, viéndome quemar

martes, 9 de noviembre de 2010

Tic, tac, tic, tac...

¿Qué haces cuando ya todo está perdido? Ya no hay razones para nada y parece que simplemente esperas a que llegue el día que veas que no aguantas más y decidas terminar aquello que empezaste. Habiendo dejado de ser una niña, sigues creyendo que los juegos, no se pueden dejar a medias. ¿Acaso no es más fácil terminar ya? Supones que sí, pero… ¿qué ganas con eso? O más bien… ¿qué pierdes?

Te ríes de ti misma porque sigues haciendo lo mismo que antes. Esperar y esperar mientras el péndulo del reloj se mueve cada vez más deprisa y le hace de compás a los latidos de tu corazón, demasiado rítmicos y sonoros en esos momentos para desear con suficiente fuerza que paren de una vez, pero ese corazón tuyo es demasiado joven aún para dejar su frenético golpeteo. Y es que odias que cuando más deseos tengas en esos momentos, más sonoros se hagan los latidos que en esos momentos te parecen llantos de dolor de lo más hondo de tu persona.

Y de esa forma, lloras la pérdida de todo aquello que en tu día te pareció un cuento demasiado magnífico para ser real, y que ahora, teñido de oscuridad y sangre, te parece más una pesadilla…

sábado, 6 de noviembre de 2010

La niña asustada y arrepentida

No puedes, no puedes por más que lo intentes. Te quedas mirando a la pantalla y sientes que tus lágrimas serán derramadas de un momento a otro. Simplemente no puedes despedirte porque cuando vuelvas a leer y releer la conversación y pase el tiempo, no sabrás con exactitud cuándo volverás a saber de él.

¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué cuando creías que podrías volver a escribir sobre la felicidad y cosas nuevas de repente todas tus cartas van dirigidas a esa persona? Simplemente porque eres así de idiota y cada palabra de más dicha por él, quieres morirte. Y es que… ¿Por qué de repente sientes escalofríos cada vez que terminas de leer una frase suya? ¿Y por qué sientes odio hacia ti? Tantas preguntas que nunca tienen respuesta…

Vuelves a leerlo todo por décima vez, y de nuevo otra vez lloras por esa ausencia que se hace inevitable por tu culpa. Porque solo eres la culpable. Y sientes ese hueco en el pecho que hace que cruces los brazos inconscientemente porque crees que se te hará pedazos en cuestión de segundos. Piensas que no habrá en el mundo persona más ignorante que tú en lo que se refiere a actos, y con un último esfuerzo, hacer notar a las personas que te rodean que sigues siendo la misma de siempre. Esa que se da cuenta que al final, seguirá siendo una niña asustada y arrepentida…

martes, 2 de noviembre de 2010

Tres tiempos verbales... (Lo siento y gracias)

No soportas esto más. ¿Cuándo cambió todo tanto? Lo sabes bien, pero quieres negarte a que lleve la razón, no al menos esta vez. Así que ruegas por favor que esa luz negra que ves al final desaparezca. Quieres que todo lo malo sea un sueño, y es que prefieres que sea un mal sueño para poder despertar cuanto antes de la pesadilla, porque sabes que dentro de poco no sabrás si de nuevo estas durmiendo o estás muerta.

Supones que por eso, ahora aprovechas tanto tu felicidad, tu tormenta está cerca. Lo hacías de forma inconsciente, tal vez fue porque una milésima parte de ti estaba viendo lo que había al final del túnel. De tantas veces como te han hecho pasar por lo mismo, ya puedes ver ese acontecimiento en la distancia y eso, para desgracia tuya, es lo que más te duele. Ver como se te viene encima toda esa oscuridad que poco a poco se adueña de ti.


Después de todo, esta vez al menos tienes la certeza de que ya no te hundirás tan fácilmente, o eso esperas.


Le diste todo pero… no te sientes mal por ello, sino que le agradeces todo lo que te ha enseñado, porque en el fondo, no puedes negar que siempre le querrás. Y por fin te vez capaz de dirigirte a él con una sonrisa en los labios, preparada para decirle tres cosas: Primera, lo siento. Siento no haber podido ser la persona que buscabas. Segundo, gracias. Gracias por todo, has sido la mejor persona que he conocido nunca. Y tercero… recuerda que para mí, siempre serás una persona que recordaré en tres tiempos verbales...

sábado, 23 de octubre de 2010

Smile :)


Te sientes bien, y a la vez mal. El por qué es muy simple: Siempre habías querido tener lo que tienes ahora pero debido a ello, te sientes dividida, partida en diferentes mundos. Pero supones que está bien lo que haces por ahora, no puedes remediar alegrarte por ello.

Y es que allá donde caminas ves todo a color, ya no es la divisoria entre blanco, negro y gris, ya son colores que dieron personas a tu vida. Lo tienes TODO y no necesitas más para poder ser feliz. Para variar, ahora no tienes miedo de mostrar como eres en verdad, no te importa que las otros piensen mal, simplemente sabes que tienes personas que parecen aceptarte.


Por otra parte, cuidas a los tuyos más que antes y te alegras de ello. Pero, en otro mundo totalmente diferente, te sientes mal porque ya no eres la de antes. Ya no eres la persona que decía “Mi mundo eres tú”. Tu mundo –ahora te has dado cuenta- se compone por ti, y solamente por ti.


Te sientes libre, que no quiere decir que no estés atada a otras personas, sino que aún teniendo ataduras con ellas, estas en libertad. Lo sientes por esa parte tuya que perdiste, pero la de ahora te parece mucho mejor. Es cierto que ya no aparece esa inocencia de hace un año, que hacía que simplemente por una persona o dos te hundieras, ahora tú misma, junto con tus actos y personas que te rodean, creas felicidad.

Ahora, solo puedes decir que lo lamentas a aquellas personas que te conocieron hace tiempo y has defraudado por haber cambiado tanto, pero, es la realidad. Y sientes también no tener ganas de escribir sobre amores y desamores, de depresiones e historias inventadas. Ahora has probado cosas nuevas, te gustan, y solamente quieres experimentar un tiempo con ellas.

sábado, 16 de octubre de 2010

¿Lo tendré que volver a repetir?


Te da igual TODO. Con sus palabras en mayúscula. Hace poco estaba confusa, no te encontrabas por ningún lado. Sabías que eras una mezcla de demasiadas cosas, no tenías personalidad propia, no podías parar de cambiar y comportarte de una forma y otra dependiendo del lugar, persona o estado. Pero ahora…

Ahora todo ha cambiado. Te diste cuenta que no quieres volver a ser una niña de siete años donde todo es diferente, más fácil. Te das cuenta que ahora, quieres desobedecer las reglas, saltarte las murallas, las clases, ir a sitios diferentes, conocer gente nueva. Dejarse llevar suena demasiado bien, el no tener hora de llegada, quien controle tus gustos, tu ropa, tu música, tus decisiones.


Y es que sabes que odias que te controlen, te gusta hacer lo contrario de todo el mundo, siempre andando a la inversa de lo que te dicen que es bueno, porque… ¿Cuándo dijiste tú que querías hacer lo correcto? Tú siempre dijiste que querías ser libre. Libre como los pájaros que veías descender a velocidad de vértigo hace unos días en la pendiente. Como cuando saltabas por los sofás con un concierto en la televisión y gritabas, llorabas, te emocionabas y no escuchabas la música, simplemente la sentías.


Quieres ser diferentes personajes, quieres ir a donde todos te miran pero nadie te siente, donde las cosas se arreglan con sonrisas. Quieres salir a la calle a las cinco de la madrugada aunque sabes que te juegas todo, quieres ir al encuentro de sitios pocos recomendados, quieres sentirte joven, loca, VIVA.


Te da igual que alguna gente piense que te estás escondiendo tras una máscara, solamente te importa lo que piensas y sientes, y te sientes FELIZ por estar así, sentirte despreocupada. Sabes que no tienes futuro pero no te importa, te gusta demasiado tu presente como para pensar en otras cosas. Estás perdiendo el rumbo, cuentas con ello, pero… ¿Te harán volver a repetir que solamente quieres ser un poco rebelde por un tiempo? :)

viernes, 17 de septiembre de 2010

Amigos (2º parte)


Y te das cuenta ahora, porque te sientes sola y tienes que echar mano de esos recuerdos creados a partir de hechos. Porque ya son palabras dichas antes, la impotencia que sentiste y lo débil que te volvías a encontrar. Para luego apoyarte en personas que se sienten igual que tú, pero que te dedican sonrisas y te ofrecen ayuda, vuelven a gastar bromas, te abrazan y juegan.

Pero… de igual forma, cuando ahora, en el presente, te es imposible acercarte a cierta persona, y quieres contarle a otra algo pero no puedes porque le fallaste y tienes que comprender su estado. Y otra más que está lejos de ti y siempre sabía hacerte compañía…

Y ahora que no puedes tenerlos cerca, la soledad se vuelve a apoderar de ti antes de que puedas hacer el menor interrogante… Porque tu día fue difícil y solo tienes la soledad de las palabras y la música para contarle tus historias. ¿Y qué pasa conmigo…?

Amigos (1º parte)

Silencio. Pero solo en tu mente. La gente se mueve a tú alrededor pero estas a kilómetros de allí. Los ves pasar, reírse, gritar, correr. Y vuelves a la realidad. Ya tendrás tiempo de estar en las nubes en otro momento. Entonces comienzas a prestar realmente atención a la conversación, y sonríes de verles tan cambiados, gracias a ti.


Vuelven las palabras de agradecimiento, y de sus preguntas de “por qué”. De por qué no hacías como ellos. De por qué a pesar de darle la oportunidad a las personas, tu siempre te quedabas atrás, y preferías verles avanzar mientras tú te quedabas estancada en el mismo lugar. Y tú responder que no todo el mundo funciona igual. De saber, pero no querer ser. De quien le gusta demasiado su presente para pensar en un futuro, o simplemente para avanzar un poco.



Y se te quedan mirando sin comprender tus palabras. Finalmente, siempre acabas deduciendo que nunca comprenderán, o puede que seas tú quien no quiera comprender. Pero estás bien como estás, no quieres cambiar nada. Para la gente sois frikis, raros, diferentes. Para ti, son amigos. Amigos con los que eres feliz a pesar de las diferencias. Amigos que también te repiten lo extraña que eres, pero que siguen a tu lado a pesar de todo. Amigos que no les molesta tu forma de vestir o pensar. De los que en el fondo, se alegran de que tú tampoco le hayas dado de lado como otros.



Nunca les dije lo importante que son para mí, pero creo que ahora, se dio el momento. Cuando ahora te tienes que alejar de alguien a quien quieres, a los que has fallado y te apartan, a los que te costará volver a ver a pesar la corta distancia

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Quiero ser libre de falsedades


Quiero ser libre de presiones y de palabras falsas. Por una vez quiero decir la verdad, dejar que no solo de mi mente salgan palabras casi impronunciables sino también quiero escribir con el corazón, aunque ahora mismo se encuentre en una situación crítica.

Y es que NO PUEDO MÁS. Y es la verdad, no puedo por más que lo intente… porque cada vez que creo que todo irá mejor, me apuñalan por detrás. Y aunque me dicen cosas que me dan fuerzas o simplemente me dicen un te quiero me siento mejor, pero sé que nunca será suficiente para calmarme por completo.

Pero ¿Cómo puedo seguir siendo tan estúpida? ¡¿Por qué no puedo cambiar?! Porque no puedo decir la verdad cuando quiero y es más… ¿Por qué soy así? ¿Qué he hecho yo para tener que soportar todo esto? ¿Por qué me quedo atrapada? Demasiadas preguntas para las que nunca obtengo respuesta, no entiendo siquiera para qué me las hago.

Te seré sincera por una vez… te quiero, para mí eres una amiga muy importante… pero esa amistad se está consumiendo poco a poco por culpa de este odio. Y odio odiarte, eso es lo que más me fastidia. Pero no puedo remediarlo… quieres lo mismo que yo y lo que más me temo, que incluso hasta llegues a amarlo.

Y lo siento pero no puedo parar de llorar por tu culpa… miento, por vuestra culpa. Porque esa culpa la tenéis los dos, y a cada palabra tuya de que todo está mejor me hace sentir que muera, y creo que es lo que estoy haciendo. Me estoy muriendo por dentro, a cada palabra tuya y a cada mentira de él yo muero. Y ya no sé hasta donde podre llegar con tanto dolor.

Pero también me causa dolor tener que mentir y es que no tengo ya a quien contar todo esto… No me queda nadie, todos me hacéis demasiado daño juntos. Y no lo soporto, el no poder decir nada a nadie. Porque sé que si hablo, las palabras que salgan de mi boca dañaran a otras personas y eso para mí es insoportable que si el daño me lo causara a mi misma…

viernes, 3 de septiembre de 2010

I'm not Ok (I Promise)


Y gritan, y gritan y vuelven a gritar. Y tú sigues haciendo oídos sordos a todo, sigues riendo por el video gracioso que te pasaron. Pero ellos siguen, y siguen y siguen…

Vas a su sitio, y la puerta de la entrada se cierra de un portazo. La encuentras a ella apoyada en la cocina, como intentando ayudarse de ese pedacito de piedra para poder sostenerse porque ella sola, no puede. Y miras sus ojos por un rato. Están llenos de lágrimas que no es capaz de esparcir. Al menos no teniéndote a ti delante. Y hay silencio. Silencio fúnebre. Silencio vacío. Con solo el escuchar de respiraciones entrecortadas y tu corazón de latir rápido a causa de la expectación.

- Se fue de casa.

Y esas palabras te estallan en la cabeza como si de dinamita estuvieran hechas. Y su voz suena rota. Ronca. Como si se tratara de una verdad que quiere ser mentira. Y quieres entender a qué tiempo verbal se refieren esas palabras. ¿Hoy? ¿Mañana? ¿Semanas? ¿Meses?

Haces todo en silencio. Todo sigue normal. Solamente falta una persona en esa extraña reunión. Y hay silencio. Mucho silencio. Demasiado. Y no tienes palabras para saber qué te está pasando. Sólo sabes que no estás bien.

Y minutos más tarde, esperas que aparezca la persona adecuada a quién contarle lo sucedido. Y lloras. Lloras como hacía años. Lloras como una vez hace siete años. La misma circunstancia. La misma relación. La misma causa…

domingo, 29 de agosto de 2010

¿Recuerdas cuándo todo iba bien?


¿Recuerdas cuándo todo iba bien?

Todo parece demasiado lejano, pero se aprende a no preguntar. Es inútil gastar toda tu vida viviendo en el pasado, así que corre. Corre yendo a cualquier lugar, o tal vez a ningún sitio. Lo importante, es que escapes.

Da igual si el vaso está vacío o lleno, lo bueno es encontrarlo a la mitad, al menos para mí. A veces lo correcto aún está mal, otras veces, solamente se está asustado de perder el tiempo y se escriben cartas.

Pero no puedo olvidar, nadie se imagina como deseo haber hablado más fuerte. ¿Nunca cambiamos, o sí? ¿Nunca aprendemos? Viéndolo todo, espero poder encontrar un modo, de decir que soy tan fácil de contentar… tan fácil…

Así, que me gustaría vivir en una ciudad tranquila. Y ten cuidado, de donde se encuentra tu cabeza. Yo por ahora, solo sé que me siento segura. Me siento cálida. Me estoy curando, cuando estoy contigo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Duerme, no llores


¿Podría empezar a odiarte ahora?

¿Por qué me tienes que hacer sentir tan impotente? Te tengo miedo, no puedo remediarlo… me asustas.

Te necesito pero… ¿hasta cuándo durará todo esto? Quiero acercarme a ti, hablarte, volver a sonreír, a reír… No puedo.

¿Por qué? No quiero que me vuelvas a hablar como la última vez, tengo miedo. Prefiero quedarme neutra… pero eso no es lo que quiero realmente, te quiero a ti.

Tengo miedo de que esto vaya a más, que la frase “paso de ti” pase a un convertirse en un adiós.

Cada cambio de nombre… hace que me sienta un kilómetro más alejada de lo que estaba. ¡No quiero eso joder! ¿Por qué no puedo hablarte? ¿Te has olvidado tan pronto de mí? ¿Esperas que te hable, cierto…? ¿Cómo lo hago… si puede que me arriesgue a que me hables como la última vez…?

Estaba rara… no, no lo estaba. Hoy si. Tengo miedo, demasiado miedo. Echo otro vistazo… sigues divirtiéndote. No quiero molestar, puede que en el momento que diga un “Hola” toda tu alegría e ilusión desaparezcan como si fuera algo molesto o que no se quiere saber nada de él, pero demasiado inocente como para comprender alguna que otra indirecta.

¿Lo de ayer era una indirecta? Nunca lo había pensando hasta ahora… No, no puede serlo… o soy tan idiota como para creer lo contrario… Bueno, ayer… ayer hice lo que escuchaba una y otra vez… Duerme, no llores.

¡Me duele joder, me duele! ¡¿Puedes parar de una vez?! Me ahogo en mi propio río de lágrimas de impotencia…

La respuesta es no.