viernes, 17 de septiembre de 2010

Amigos (2º parte)


Y te das cuenta ahora, porque te sientes sola y tienes que echar mano de esos recuerdos creados a partir de hechos. Porque ya son palabras dichas antes, la impotencia que sentiste y lo débil que te volvías a encontrar. Para luego apoyarte en personas que se sienten igual que tú, pero que te dedican sonrisas y te ofrecen ayuda, vuelven a gastar bromas, te abrazan y juegan.

Pero… de igual forma, cuando ahora, en el presente, te es imposible acercarte a cierta persona, y quieres contarle a otra algo pero no puedes porque le fallaste y tienes que comprender su estado. Y otra más que está lejos de ti y siempre sabía hacerte compañía…

Y ahora que no puedes tenerlos cerca, la soledad se vuelve a apoderar de ti antes de que puedas hacer el menor interrogante… Porque tu día fue difícil y solo tienes la soledad de las palabras y la música para contarle tus historias. ¿Y qué pasa conmigo…?

Amigos (1º parte)

Silencio. Pero solo en tu mente. La gente se mueve a tú alrededor pero estas a kilómetros de allí. Los ves pasar, reírse, gritar, correr. Y vuelves a la realidad. Ya tendrás tiempo de estar en las nubes en otro momento. Entonces comienzas a prestar realmente atención a la conversación, y sonríes de verles tan cambiados, gracias a ti.


Vuelven las palabras de agradecimiento, y de sus preguntas de “por qué”. De por qué no hacías como ellos. De por qué a pesar de darle la oportunidad a las personas, tu siempre te quedabas atrás, y preferías verles avanzar mientras tú te quedabas estancada en el mismo lugar. Y tú responder que no todo el mundo funciona igual. De saber, pero no querer ser. De quien le gusta demasiado su presente para pensar en un futuro, o simplemente para avanzar un poco.



Y se te quedan mirando sin comprender tus palabras. Finalmente, siempre acabas deduciendo que nunca comprenderán, o puede que seas tú quien no quiera comprender. Pero estás bien como estás, no quieres cambiar nada. Para la gente sois frikis, raros, diferentes. Para ti, son amigos. Amigos con los que eres feliz a pesar de las diferencias. Amigos que también te repiten lo extraña que eres, pero que siguen a tu lado a pesar de todo. Amigos que no les molesta tu forma de vestir o pensar. De los que en el fondo, se alegran de que tú tampoco le hayas dado de lado como otros.



Nunca les dije lo importante que son para mí, pero creo que ahora, se dio el momento. Cuando ahora te tienes que alejar de alguien a quien quieres, a los que has fallado y te apartan, a los que te costará volver a ver a pesar la corta distancia

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Quiero ser libre de falsedades


Quiero ser libre de presiones y de palabras falsas. Por una vez quiero decir la verdad, dejar que no solo de mi mente salgan palabras casi impronunciables sino también quiero escribir con el corazón, aunque ahora mismo se encuentre en una situación crítica.

Y es que NO PUEDO MÁS. Y es la verdad, no puedo por más que lo intente… porque cada vez que creo que todo irá mejor, me apuñalan por detrás. Y aunque me dicen cosas que me dan fuerzas o simplemente me dicen un te quiero me siento mejor, pero sé que nunca será suficiente para calmarme por completo.

Pero ¿Cómo puedo seguir siendo tan estúpida? ¡¿Por qué no puedo cambiar?! Porque no puedo decir la verdad cuando quiero y es más… ¿Por qué soy así? ¿Qué he hecho yo para tener que soportar todo esto? ¿Por qué me quedo atrapada? Demasiadas preguntas para las que nunca obtengo respuesta, no entiendo siquiera para qué me las hago.

Te seré sincera por una vez… te quiero, para mí eres una amiga muy importante… pero esa amistad se está consumiendo poco a poco por culpa de este odio. Y odio odiarte, eso es lo que más me fastidia. Pero no puedo remediarlo… quieres lo mismo que yo y lo que más me temo, que incluso hasta llegues a amarlo.

Y lo siento pero no puedo parar de llorar por tu culpa… miento, por vuestra culpa. Porque esa culpa la tenéis los dos, y a cada palabra tuya de que todo está mejor me hace sentir que muera, y creo que es lo que estoy haciendo. Me estoy muriendo por dentro, a cada palabra tuya y a cada mentira de él yo muero. Y ya no sé hasta donde podre llegar con tanto dolor.

Pero también me causa dolor tener que mentir y es que no tengo ya a quien contar todo esto… No me queda nadie, todos me hacéis demasiado daño juntos. Y no lo soporto, el no poder decir nada a nadie. Porque sé que si hablo, las palabras que salgan de mi boca dañaran a otras personas y eso para mí es insoportable que si el daño me lo causara a mi misma…

viernes, 3 de septiembre de 2010

I'm not Ok (I Promise)


Y gritan, y gritan y vuelven a gritar. Y tú sigues haciendo oídos sordos a todo, sigues riendo por el video gracioso que te pasaron. Pero ellos siguen, y siguen y siguen…

Vas a su sitio, y la puerta de la entrada se cierra de un portazo. La encuentras a ella apoyada en la cocina, como intentando ayudarse de ese pedacito de piedra para poder sostenerse porque ella sola, no puede. Y miras sus ojos por un rato. Están llenos de lágrimas que no es capaz de esparcir. Al menos no teniéndote a ti delante. Y hay silencio. Silencio fúnebre. Silencio vacío. Con solo el escuchar de respiraciones entrecortadas y tu corazón de latir rápido a causa de la expectación.

- Se fue de casa.

Y esas palabras te estallan en la cabeza como si de dinamita estuvieran hechas. Y su voz suena rota. Ronca. Como si se tratara de una verdad que quiere ser mentira. Y quieres entender a qué tiempo verbal se refieren esas palabras. ¿Hoy? ¿Mañana? ¿Semanas? ¿Meses?

Haces todo en silencio. Todo sigue normal. Solamente falta una persona en esa extraña reunión. Y hay silencio. Mucho silencio. Demasiado. Y no tienes palabras para saber qué te está pasando. Sólo sabes que no estás bien.

Y minutos más tarde, esperas que aparezca la persona adecuada a quién contarle lo sucedido. Y lloras. Lloras como hacía años. Lloras como una vez hace siete años. La misma circunstancia. La misma relación. La misma causa…